Alguna vez han sentido que se ahogan, que de un momento a otro su vida da un giro de 180 grados? Pues a mi si, me ha pasado tantas veces que ya ni siquiera puedo contarlas. Pero de cada una de esas caídas he aprendido algo nuevo, cada golpe, cada gancho al hígado por parte de la vida me ha servido para ser mejor persona. He aprendido que las personas no son lo que parecen, que quienes dicen apreciarte y quererte a veces son los que te apuñalan por la espalda, que a veces quien te ofrece una mano de ayuda es la persona de quien menos lo esperaste y tal vez incluso aquella por la que jamas darías nada. Tuve tantas crisis existenciales en las cuales me pregunte ¿Estoy en el lugar correcto?¿Estoy en la carrera correcta?¿Soy feliz con las decisiones que he tomado?¿Me siento a gusto con lo que hago?, después de toda una vida de tropiezos y de algunas situaciones desagradables descubrí que la carrera correcta es cualquiera siempre y cuando la disfrutes y le pongas todo tu empeño. Una persona me enseño a no ser dependiente de nadie, ni amores, ni amistades, todos ellos son pasajeros, nadie se queda para siempre, debido a que estamos en una época en la que las personas ya no luchan por amor, ya no son fieles a sus amistades, una época en la que las personas ya no valen tanto la pena, en mi opinión una época muy horrible. En mi vida las únicas personas de las cuales siempre dependeré son mi familia, afortunadamente me toco una hermosa familia la cual siempre han sido mis incondicionales y han apoyado cada una de mis decisiones, las únicas personas en las que confió ciegamente.

Es gracias a todo ello que me gusta tanto leer, porque en los libros puedo refugiarme de este mundo tan lleno de crueldad y falsedad.