Siempre me quedo pensando en vos. No hay forma de que no. La forma en la que me comprendes, en que me diste un boceto para dejar de ser tan triste y trazar felicidad, tu forma de ser (que va desde tu carisma hasta tu bondad, de tu inocencia a tu sensibilidad y de millones cosas más), es lo que me ha motivado últimamente. No solamente eres la persona que me gusta, sino por quien me he estado alegrando estos meses, pero lo mismo me estaba ahogando, que no sabías lo que sentía y que aquel con quien ni trato tenías. Ahora me encuentro más libre y seguro, porque siento que tras la confesión, el lazo se fortificó, aumentó la confianza y aprecio. Por eso mismo no estoy mal porque no seas mi pareja, estoy feliz de que sigas estando -de una forma diferente- junto a mí.