Crecí en la década de los ochenta, en una pequeña ciudad del interior de Buenos Aires. Desde muy pequeño tuve el placer de poder interactuar con las primeras consolas de vídeo juegos y con cada generación. Tuve siempre mucha facilidad para esto, alentando así mi imaginación. Esta exploto a la edad de trece años cuando conocí los juegos de rol, en mediado de cinco años logré crear unos veinte juegos. Incorporando en el transcurso un estilo autodidacta de dibujar. Sin dejar nada de lado, paso el tiempo, siguiendo con cada una de las cosas que me apasionaban. Hasta dar con el libro exacto que desbordaría todo mi entusiasmos que algún día quise transmitir. En la facultad entendí que lo mio no era la historieta, si no, que la escritura. Fue hace unos tres años que decidí convertirme en escritor. Trabaje duro en un mundo donde apenas tenía conocimiento, me esforcé y creé, reescribí y volví a crear Myself mi primera novela, el inicio como profesional.