A partir de esta noche mantendré una parte de mi ventana abierta, porque si veo a la luna persiguiéndome, sabré que esa noche habrás venido a visitarme.
Tu carácter risueño y tu sonrisa encantadora me atraparon al instante. Tu risa peculiar me cautivó y tu comportamiento vanidoso es algo que en verdad adoro. Luna, mi luna.
Tu partida es dolorosa para esta mortal ordinaria, una que se acostumbró a tu presencia en cada noche, ya fuera sombría o iluminada. Adorando ver como guiabas y acompañabas a tus pequeñas estrellas en cada viaje, sin importar la distancia o la dificultad, siempre estuviste ahí. Eres totalmente admirable.
Ahora, observar la noche despejada a través del cristal se vuelve doloroso, tus graciosos gestos e inusuales chistes se abren paso en la nostalgia que aborda mis pensamientos como un terremoto, ese que me recuerda cuánto me haces falta. Y a pesar de todo, anhelo tanto que tu compañía se vuelva eterna, esto aunque sé que muy pronto te irás tal vez con el mismo dolor de mi corazón. ¿Y si jamás vuelvo a verte? Definitivamente me asusta pensar aquello, ¿Por qué lo pienso? Sé que volverás, en un futuro lejano volverás y eso me alivia. El único detalle es que tengo que lidiar con el recuerdo amargo de tu partida y él de tus estrellas, pero a pesar de todo aquello, mi ventana siempre estará con los brazos abiertos hacía tu reflejo, esperando verlo entre la conmoción que aborda pensar justamente en los bellos momentos.
Finalmente, la luna se ha escondido.
Te amo infinitamente Jin, mi hermosa Luna. <3