Alguien debió detenerme. Alguien debió decirme que sufriría, que lloraria, que me desgarraria el alma y el corazón, pero no, nadie estuvo ahí.
*Yo después de empezar All the young dudes a sabiendas de que iba a ignorar las advertencias sobre el fic que termina en eventos canónicos que me romperán el corazón en miles y miles de pedazitos*