Mi pasión por las letras nace desde temprana edad.
Recuerdo con cariño las horas de clase de lengua en EGB, donde mi imaginación volaba libremente por el espacio de aquella aula.
Redactar historias y escribir poemas ya eran una vocación muy clara para mí. Los libros de lectura nos enseñaban la literatura de la generación del 98 entre los que se encontraba: Azorín, Pío Baroja, Ramón del Valle-Inclán etc… Pero a mi quien me marcó lo suficiente para amar la poesía fue Antonio Machado.
Con los años me he servido de la poesía para descubrirme a mi misma, para comprenderme y desahogar mis miedos y frustraciones. También para vocear un grito de agradecimiento a la amistad, al amor y a la vida misma.
Jamás he dejado de escribir ya que es el motor que me da la vida, no concibo otra vida fuera de las letras.
Koroa Batekin