"¿Estás ahí?"pregunte alguna vez, pero no contestaron. cuando esa pregunta dejo de resonar vino a mí el sonido del silencio. sobrecogedor, abrumador y perturbador como la sonrisa de un desconocido. Entonces comprendí que estaba solo, y debía de seguir buscando. Buscando a alguien que no me diera silencio por mis palabras.