-Toc, toc...
-¿Quien es?
Un señor con voz suave responde al otro lado de la puerta. "Es el Balatro, traigo un mensaje del mismisimo destino". Intrigado, abres y ahí está, un tipo con sombrero de bufón, pantalones a rayas y una carta en la mano. "¿Qué es esto?" preguntas, y él, con una sonrisa que desafía las leyes del maquillaje, dice: "Tu membresía oficial al club de la tragicomedia".
Le invitas a sentarse en tu sofá que pocas horas antes habías comprado en el Leroy Merlin, y sin que le des permiso, comienza a contarte su vida. Resulta que empezó como comediante en fiestas infantiles cobrando una misería, pero un día confundió a Peppa Pig con un chancho de verdad, y lo echaron. Después, probó suerte en una escuela de circo, pero debido a su inmensa talla de pies y torpeza encima del escenario, ahora está vetado de todos los circos de la región. Decidió entonces dedicarse al tarot porque “tengo pinta de sabio místico, ¿no crees?”.
En mitad de su historia, saca un mazo de cartas que, honestamente, parecen más del Uno que del tarot. “Tu carta es el As de Treboles”, dice señalando la que lleva un dibujo hecho por el mismo montando un monociclo sobre una cuerda floja. ¿El mensaje? "Nada tiene sentido, pero tú tampoco, y mírate, aquí estás, vivo y funcionando, ¡qué espectáculo!"
Impactado por las palabras, te quedas mirando al llamado Balatro mientras él vuelve a barajar el mazo con la destreza de alguien que claramente ha pasado demasiado tiempo en casinos de dudosa reputación. "¿Quieres otra carta? A ver si esta vez te sale algo menos deprimente."