Vivo y amo por el style, cuando tengo un mal día solo me basta con ver a mis dos adorados pequeños homosexuales interactuar, ellos para mí son todo, ellos iluminan mi vida. No sé que sería de mí sin ellos, ¿qué haría yo sin ellos? es algo que no me gustaría pensar demasiado. Ellos son mí existencia, el pilar que le da sentido a vivir. Me han acordado honradamente durante estos cuatro años, siempre estando a mí lado en todo momento. Para mí, ellos son y representan algo más allá de lo real o irreal, son una entidad superior que yo venero y admiro profundamente. Les tengo el mayor respeto posible que algo o alguien podría obtener de un simple mortal como yo lo soy y sé que son dignos de toda la admiración que yo ofrezco a ellos con mi fiel amor. Los amo en realidad, no miento y nunca mentiría con esto, yo los adoro con todo mi ser, y dedico mi querer incondicionalmente a ellos porque realmente son mi razón de ser. Ellos son la razón por la cual me levanto cada día, todos los días, porque cuando algo va mal conmigo siempre puedo contar con su presencia sin falta alguna. Ya sea a través de la pantalla de mi celular chino o en mi mente, ese lugar en donde ellos siempre suelen estar siempre presentes, tal y como una fuerza constante y omnipresente lo es en mi patética existencia como ser humano. Yo solo existo para admirarlos. Por eso es que no, no puedo concebir la idea de cómo sería mi vida sin ellos, ni puedo darme a permitir que alguien les falte al respeto, ya que ellos son merecedores del más alto honor y fidelidad. Me consume el enojo y la rabia por completo cuando alguien se atreve a menospreciar su grandeza. No, ¡simplemente no puedes hacerlo! ellos son dignos de toda admiración, porque ellos representan absolutamente todo para mí. Simplemente no puedes hacerlo. Yo vivo por ellos, son mi ejemplo a seguir. Seguiría con este escrito dedicado a Stan y Kyle, pero es hora de cenar ahora mismo.