La ghoul se encontraba hambrienta y con esas ganas de matar a alguien o a variad personas. No supo en que momento quedó en frente de una mansión que puede que sea algo vieja pero aun así bien cuidada.
—Tendrá que ser esta, supongo.—
Dijo con frialdad la pelinaranja, salto aquella reja que impedía el paso de la gente a aquel territorio. Se percato que era un aura distinta que nunca había percibido pero le daba igual.
Entro por la puerta que por alguna razón estaba abierta, hizo el menos sonido posible y ninguna luz estaba prendida indicando que todos estarían durmiendo. Escuchó unos pasos al rededor de los pasillos poniéndose alerta.
—Tks...—