Reader

Holaaaaa 
          Por alguna razón no puedo mandarte un mensaje desde el celular pero al menos puedo mandarte esto (?)
          Se me ha hecho curioso que hasta ahora no hayas actualizado, y más que por la historia me preocupa que te haya pasado algo :((
          Si es la computadora, de nuevo, espero que se arregle lo antes posible
          Y si el caso es que estás sin inspiración u ocupada en la universidad o ambas(?) Te deseo muchísima suerte para que puedas pasar esos obstáculos lo antes posible ;;; 
          Espero que no sea nada malo
          Saludos 

Capítulo 32: Pedir perdón
          
          PARTE 8
          
          Ethan apretó los dientes y se puso de pie dispuesto a atacar a Steven por la espalda, pero el hombre fue aún más rápido y le propició un puñetazo en la nariz, haciéndolo caer al suelo nuevamente. 
          
          —Mata a este pedazo de mierda, Víctor— balbuceó Ethan desde el suelo, sintiendo cómo la sangre le caía por la nariz.
          
          Steven río sarcástica y tétricamente, se volteó y pateó a Ethan en la costilla derecha.
          
          —Ten respeto por los mayores, mocoso.
          
          —No vuelvas a tocarlo— amenazó Víctor, sosteniendo la pistola con más seguridad que antes. 
          
          El padre de Scarlett curvó la comisura de sus labios hacia arriba, formando una sonrisa de oreja a oreja. Con una voz que denotaba asco y burla, comenzó a decir que le parecía conmovedor cómo los mocosos se defendían entre ellos. 
          
          —No saben con quién se metieron— dijo en tono amenazante y comenzó a acercarse a Víctor dispuesto a quitarle el arma de las manos.
          
          Sin embargo, el joven se alertó.
          
          —No, Steven. Tú no sabes con quién te metiste.
          
          Lo primero que se oyó fue la voz monótona de Víctor.
          
          Lo segundo, un disparo.
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          Espero que lo hayan disfrutado♥ No olviden comentar, intentaré actualizar en la semana :D

Capítulo 32: Pedir perdón
          
          PARTE 7
          
          El papá de Scarlett se las arregló para arrojar a Ethan al suelo con fuerza y comenzar a golpearle la cara repetidas veces. El chico de ojos azules se defendía con intensidad, por lo que Steven también recibió diversos machacones en distintas partes de su anatomía. Ethan tomó a Steven por el cuello y lo apretó con fuerza, pero no le fue suficiente. El hombre que parecía haber engordado treinta kilos de masa muscular en cuestión de horas le pegó una patada fuerte en la entrepierna, provocando que Ethan lo soltara al instante y se lleve sus manos hacia la zona golpeada. El arma que el chico de ojos azules llevaba en el bolsillo del pantalón voló por los aires hasta caer junto a Víctor y antes de que Steven se arrojara sobre ella para agarrarla y convertir a todos en sus prisioneros, cabeza de trapo la tomó con inseguridad y le apuntó a la cabeza, tal como Ethan había hecho segundos antes. 
          
          Víctor tragó saliva. Las manos le temblaban, pues jamás había tocado un arma antes y mucho menos le había apuntado a una persona con ella. 
          
          —Si...si te mueves te...te mato— tartamudeó Víctor, completamente nervioso por la situación. Tania no dejaba de llorar detrás de él y suplicar que todo eso se acabara de una vez, alentando al joven inocente e intelectual que disparara de una vez. Ethan gemía de dolor aún con las manos en su entrepierna, mientras profería insultos irrepetibles hacia Steven. 
          
          —¿Tú?— dijo Steven, riéndose con ganas y señalando a Víctor con asco.—Siempre fuiste el más débil e inútil de todos, no tienes los cojones necesarios para dispararme.

Capítulo 32: Pedir perdón
          
          PARTE 6
          
          Steven volvió a reír sínicamente y Víctor no podía creer lo que estaba presenciando. El adulto responsable estaba absolutamente transformado. Ya no emanaba esa calidez ni esa tranquilidad que solamente él le generaba, sino que ahora le provocaba miedo y asco. No podía entender cómo había sido capaz de pretender ser alguien que no era tanto tiempo y con tanta naturalidad. Detrás de un padre que parecía dulce y responsable se encontraba un asqueroso violador, completamente psicópata y peligroso.
          
          —Ethan, por favor, mátalo— sollozó Tania aferrada al brazo de Víctor, mientras las lágrimas saladas le caían como cascada por las mejillas enrojecidas.—Arruinó mi vida, por favor, dispárale ahora. 
          
          Steven la miró directamente a los ojos con un enojo difícil de disimular, incluso para un experto en la mentira como él. 
          
          Ethan oyó las palabras de Tania con atención y procesó lo que acababa de oír, mientras apretaba con más fuerza el gatillo.
          
          —Maldita zorra asquerosa, ¿ni siquiera te importa el bonito bebé que estás esperando gracias a mí?
          
          Tania se paralizó. La mandíbula de Víctor cayó al suelo y miró a la joven rubia que se había vuelto mil veces más pálida con confusión, asco y sorpresa. También con dolor. 
          La furia brotó dentro de Ethan, se metió el arma en el bolsillo trasero del jean, caminó rápidamente hacia Steven y le incrustó un puñetazo directo en la nariz, haciéndolo sangrar al instante. El adulto retrocedió torpemente hacia atrás debido a la fuerza ejercida por el golpe, pero instantáneamente se columpió hacia adelante y agarró a Ethan por la chaqueta de cuero que llevaba puesta, a la par que le propiciaba un fuerte golpe en la barbilla y parte de la mejilla derecha.

Capítulo 32: Pedir perdón
          
          PARTE 5
          
          Le había contado a Scarlett que ese embarazo había sido producto de una violación por parte de Malcom, un chico engreído y mujeriego de su instituto, pero la verdad no era esa. El bebé que llevaba dentro de ella sí había sido producto de un acto sexual sin su consentimiento, pero no por parte de Malcom, sino por parte de Steven. 
          
          Estaba embarazada del padre de su mejor amiga. Porque había sido violada. 
          
          Mientras los labios de Steven devoraban con devoción los labios de Tania, unas lágrimas cayeron de sus mejillas y el miedo se apoderó de su cuerpo. La joven indefensa temblaba contra el árbol y el robusto cuerpo del adulto, mientras se sentía sucia y miserable. 
          
          ¿Acaso se la había llevado hasta allí para abusar sexualmente de ella de nuevo? Deseó profundamente que alguien la ayudara o, en su defecto, estar muerta. 
          
          Escuchó pasos detrás de ellos y luego un sonido metálico. 
          
          —Quita tus asquerosas manos de ella si no quieres que te vuele la cabeza en este instante.
          
          Abrió los ojos y sintió una repentina paz en cada centímetro de su cuerpo cuando vio a Ethan y Víctor de pie a pocos pasos de ellos, el primer chico sosteniendo un arma, apuntándole directamente a Steven en el cráneo. 
          Steven se rio exageradamente, una risa que le generó escalofríos a la muchacha.
          
          —¿No sabes que es ilegal portar armas en Inglaterra, muchacho?— preguntó sínicamente, dándose vuelta y quedando cara a cara con los jóvenes. Tania aprovechó la situación para despegar su delgado cuerpo del árbol y correr en dirección a sus amigos, para luego sentirse a salvo detrás del cuerpo de ambos. Víctor se acercó a ella y le tomó la mano, dándole un suave apretón en señal de apoyo y consuelo.
          
          —¿En serio? Pues me importa un carajo. ¿Acaso no sabes que acosar mujeres también es ilegal?— remató Ethan, con la mandíbula completamente tensa y los dedos sobre el gatillo del arma, apuntándolo directamente.

Capítulo 32: Pedir perdón
          
          PARTE 4
          
          Tania y Steven caminaban al compás, aunque la jovencita rubia tenía un mal presentimiento. Estaban buscando a Scarlett, pero a ella le parecía demasiado extraño que el adulto se la hubiera llevado tan lejos de la cabaña, en medio del bosque, donde era obvio que su amiga castaña no estaba. Quería preguntarle qué hacían allí, pero la respuesta, lo que pudiera salir de los labios de Steven, le aterraba. 
          
          No confiaba en él, pues siempre había vivido bajo sus manipulaciones. Había vivido callada suficiente tiempo e incluso había tenido que mentirle descaradamente a su mejor amiga. No merecía vivir después de todas las mentiras que habían salido de su boca y se odiaba muchísimo a sí misma. Se sentía sucia, inútil, devastada e inservible. 
          
          —Quiero volver a la cabaña— dijo Tania finalmente y su voz sonó débil y apagada.—Definitivamente Scarlett no está aquí.
          
          Steven, quien caminaba delante de ella, sonrió con malicia. Dio media vuelta hasta quedar frente a ella, caminó a pasos atolondrados en su dirección y la acorraló contra un árbol, a la par que la besaba en los labios con fervor. Tania frunció los labios, sintiendo asco. Puso sus manos en el pecho de Steven e intentó empujarlo, despegarlo de su cuerpo. Sin embargo no lo consiguió.
          
          Hacía ya varios años que venía aguantando los acosos de Steven, hacía tiempo que él venía manipulándola y amenazándola, alegando que si ella decía algo no solo destrozaría a su dulce mejor amiga, sino que también él mismo se encargaría de hacer mierda a todas las personas que amaba. Tania sabía que era una víctima, sabía que ese asqueroso estaba aprovechándose de ella, pero lo que más le importaba era evitar que Scarlett sufriera. Si ella confesaba la verdad, si decía que su amado padre era un abusador, le arruinaría la vida a una de las pocas personas que le importaban. Y Steven se aprovechaba de eso.
          
          Lo peor de todo era que llevaba un bebé de él en el vientre.
          
          Había mentido.

Capítulo 32: Pedir perdón
          
          PARTE 3
          
          Poco se sabía en el instituto acerca de los familiares de Ethan, pero eso no significaba que no hubieran rumores dando vueltas. Mucha gente decía que el padre del chico malo estaba preso y su madre muerta, otros decían que lo habían echado de casa por su problema con el alcohol y las drogas y otros que simplemente Ethan tenía mala relación con su familia. Nadie, absolutamente nadie imaginaba que lo que en realidad había sucedido era que a sus cortos catorce años había tenido que matar a su padre porque maltrataba a su madre y que, después de eso, ella lo había echado de la casa por asesino. No entendía cómo su propia madre, aquella mujer que sufría violencia de género, se había enfadado con él por librarla de semejante tortura. 
          
          Ethan aún recordaba nítidamente sus palabras, aquellas palabras tan dolorosas y tajantes que su madre le había gritado el día que él se había ido de casa: "¡¿Por qué no puedes ser como los demás?! ¡¿Por qué no puedes ser inteligente, educado y buen estudiante?! ¡Deberías ser buena persona, deberías preocuparte por el futuro, tanta buena educación que te di y no lo valoras ¡Deberías ser diferente!
          
          —Víctor, siento haber sido un hijo de puta contigo— Ethan volvió a hablar y ésta vez, cabeza de trapo se conmovió. No fueron precisamente las palabras lo que lograron tocarle el corazón, sino los azules ojos cristalinos del chico malo, que al final sí tenía un buen corazón después de todo.—De verdad lo lamento, creo que...
          
          —Ethan.
          
          Víctor lo interrumpió, a la par que abría los ojos de par en par.
          
          —¿Es en serio? ¿Ves por qué te llamo cabeza de trapo? Estoy abriéndome contigo, disculpándome, diciéndote cosas que siempre quisiste oír y me interrumpes. Serás bien gilipo...
          
          —Ethan, mira— la voz de Víctor volvió a interrumpirlo, pero esta vez Ethan notó que el chico intelectual le señalaba algo frente a ellos, algo que se encontraba a algunos metros, entre los árboles. 
          
          ...

Capítulo 32: Pedir perdón
          
          PARTE 2
          
          Ethan se encogió de hombros y Víctor resopló. Estaba bastante harto de intentar entablar conversaciones con él y recibir solamente gestos o monosílabos como respuesta. 
          
          —¿Tienes algún problema conmigo?— soltó de repente, sintiendo cómo la suma de todos los insultos, los acosos y las burlas que el chico de ojos oceánicos le había hecho a lo largo de los años salían a la luz con una violencia impropia de su persona.—Estoy cansado de que me trates como basura, ¿quién mierda crees que eres?
          
          Ethan frenó en seco, alzando la vista y apretando la mandíbula. Sus ojos brillaron con fervor y una furia incontrolable. Apretó los puños alrededor de su cadera y se volteó hasta quedar cara a cara con Víctor, quien retrocedió unos pasos torpemente al ver lo que había causado. 
          
          Los ojos marrones de Víctor chocaron con la peligrosa electricidad que emanaban los ojos azules de Ethan y supo que se había metido en graves problemas. Perdiendo ese atisbo de valentía que había reunido segundos atrás, retrocedió aún más y cerró los ojos, tensando su cuerpo a la espera del golpe. Otro golpe más en su rostro, otro de los tantos que había recibido no solo por parte del chico malo sino también de otros compañeros de su odiado instituto. 
          
          Sin embargo, nunca llegó. 
          
          —Tienes razón.
          
          El golpe nunca llegó, pero Víctor fue capaz de oír la voz grave y misteriosa de Ethan. Abrió los ojos lentamente, encontrándose al joven de ojos oceánicos mirándolo con atención, a pocos pasos de él. Se quedó completamente absorto, desconcertado, mirándolo. ¿Realmente había oído bien? ¿Ethan acababa de darle la razón y se había controlado al no golpearlo? Tenía que estar soñando.
          —¿Quieres saber la razón por la que siempre te molestaba?— preguntó Ethan y sus penetrantes ojos intimidaron a cabeza de trapo, quien simplemente asintió, aún sin poder recuperar el habla.—Porque eres todo lo que la gente desearía que yo fuera.
          Esas palabras conmovieron a Víctor.

Capítulo 32: Pedir perdón
          
          PARTE 1
          
          Las botas negras dejaban huellas sobre el suelo embarrado y aplastaban sin delicadeza las pequeñas ramitas caídas y hojas marchitas, haciéndolas crujir debajo de la suela. Los árboles estaban más verdes, al igual que el resto de la vegetación del bosque. Todo parecía haber cobrado vida con la tormenta y un pequeño rayo de luz comenzaba a asomarse en el horizonte. Los inmensos nubarrones grises que desde hacía varias horas se habían apoderado del cielo, ahora cobraban un color blanquecino puro y limpio.
          
          Un viento fresco soplaba levemente las hojas que aún colgaban de los árboles y les removía el cabello a los dos muchachos que caminaban pausadamente, en estado de alerta, buscando a su amiga y a Steven. Cada tanto, el zumbido de la brisa gélida los hacía voltear, haciéndoles creer que alguien estaba silbando detrás de ellos. Los animales del bosque comenzaban a hacerse presentes, saliendo de sus guaridas después de semejante tormenta eléctrica, escabulléndose por debajo de los troncos y arbustos.
          
          Víctor y Ethan caminaban con lentitud, cubriéndose las espaldas. El chico malo iba delante, moviendo delicadamente las ramas de los árboles que se metieran en su camino, observando hacia adelante con sus profundos ojos azules. Sus mejillas estaban enrojecidas debido al frío invernal y su pequeña nariz estaba helada.
          Víctor lo toleraba más. No solo porque disfrutaba de esos momentos a solas con Ethan, sino que también estaba acostumbrado al frío porque desde pequeño había amado los climas así. Siempre que hacía mucho frío, él salía a caminar por horas, especialmente en épocas navideñas, pues amaba observar los adornos de las inmensas calles de Londres. 
          —¿Crees que Tania esté bien?— preguntó Víctor de repente, haciendo que Ethan se sobresaltara. No quería hablar tan sorpresivamente, pero estar en silencio se le estaba haciendo incómodo.

Capítulo 31: Alguien del pasado
          
          PARTE 7
          
          Intentó levantarse pero le dolía muy fuerte la cabeza y el rostro. La sangre comenzó a deslizarse por el resto de su cara y sus labios sintieron ese sabor amargo del líquido rojizo. Aún mantenía la cabeza en alto, pero cuando la vista se le nubló aún más, la dejó caer sobre el piso con fuerza.
          
          La persona vestida de negro se agachó a su lado, apoyó su mano enguantada sobre la mejilla de Jacob y le giró la cara en su dirección, para que ambos hicieran contacto visual.
          
          —Sorpresa— canturreó una voz que le dio escalofríos.
          
          El psicópata encapuchado le apretó con fuerza la mejilla izquierda, obligándolo a que la viera a los ojos. Jacob abrió sus brillosos ojos verdes de par en par y, pese a que todo a su alrededor se movía, fue capaz de ver a Wayla a su lado, vestida de negro y con la famosa capucha del asesino. 
          
          Wayla.
          
          Estaba viva.
          
          Antes de perder la conciencia, una frase lejana surcó su mente: "no confíen en ella".
          
          El fantasma de Lucas siempre se había referido a la chica que ahora se encargaría de asesinarlo. 
          
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          Ojalá les haya gustado y sorprendido♥ Déjenme sus comentarios! Habrán mas revelaciones, a esta novela aún le quedan unos pocos capítulos...
          Un saludo!