Saber que estas haciendo las cosas mal y aunque por dentro tienes mil ideas presentes. El cuerpo y la mente agotado no quiere responder e intenta pasar de largo. La sensación de sentirte moralmente perdido con tu comportamiento y aunque sabes que tienes razones para estar como estas, simplemente no las encuentras y te refugias en excusas y máscaras de felicidad inexistentes.
Aún así siempre queda la esperanza de que reaccionarás, que algo te hará reaccinar y volver a ser el mismo y a la vez no volver a serlo porque para la gente que se come la cabeza en los dilemas de la vida no le queda más remedio que vivirla al máximo e intentar manejar sus inquietudes con la poca cordura que le va quedando.