"Ojalá nunca te abracen por última vez" . Lo dice la canciñon Ojalá, de Beret.
Ser el último abrazo de alguien que luego de soltarte va a morir es un dolor que llevas por simepre, que no duele cada día, que hace incluso veces que no se viene a tu conciencia, pero cuando pasas por alguna avenida y escuchas esta frase... puedes recordar el dolor, la pena, la añoranza y te derrumbas un poco. Porque yo no quise ser su ultimo abrazo, porque no quería que fuera mi ultimo abrazo con él, porque merecía vivir y yo merecía tenerlo en mi vida, porque me dio una excusa para culpar al destino por mis malas desiciones, me dió un argumento para deprimirme, me permitió ser débil, sufrir y quedarme sufriendo sin avanzar. Por que ahora soy incapaz de confiar en alguien porque él me abrazó y se puso la pistola en el cuello y disparó. porque ningún abrazo ha podido llenar el espacio que él dejó. Nunca se llenará... y a veces ni me acuerdo, pero cuando lo hago me doy cuenta que siempre está doliendo.