Hay momentos en la vida que deseas desaparecer para siempre, dejar de existir, pero te pones a pensar el por qué la misma vida te puso en este lugar.
Yo en lo personal, estoy cansada, 19 años en esta tierra, 19 cortos años que la vida pone trabas y no me deja diferenciar la felicidad y la amargura, estar en paz o estar sufriendo; el amar y el querer.
Mi cuerpo no resiste, pero hay personas que dependen de mi, aquellas que no merecen un dolor más en sus corazones.
Tratar de tomar lo bueno y lo malo... será otra historia.