Solo vengo a comunicar mi decisión: jamás volveré a estimar fechas para mis publicaciones. Es como si cada vez que lo hiciera el cosmos sonriera de forma muy perturbadora y dijera: oh, capullo, no esta vez, métete tus planes por el trasero.
Pues bien, me los meteré bien adentro para que el agujero negro en otra galaxia que está ensañado conmigo no los pueda ver ni evitar. ¿A que no te lo esperabas, malnacido?
Una vez más escogí una terrible analogía.
Pero lo importante es que ya está el capítulo extralargo que había prometido, del siguiente no digo nada porque los ayudantes del señor Alguna-Parte-Rencorosa-De-La-Galaxia me están vigilando.
Muchas gracias por leer mis tonterías. Besos no sexuales, queridos y queridas.