Ya pasaron varios días desde la tragedia de la cual muchos deben suponer que me refiero. Fue inesperado para nosotros y tan evitable.
Porque sí, lo era.
Gran parte de las personas ven a sus idols como seres "perfectos", o lo más cercano a ello. Que tienen vidas felices y hermosas. Pero nuevamente la realidad nos golpea para bajarnos de esa nube.
Era un humano, de carne y hueso, como tú. Tenía corazón y mente, como tú. Lloró y rió, como tú. Vivió y murió, como tú haces y harás. Así de simple.
Quizás, sólo quizás, hacia falta ver aquello que nuestros ojitos ciegos ignoraban, aquel pedido de ayuda que fingimos no oír. Bastaba detenerse a escuchar los gritos de auxilio que en el fondo de un chico yacían y ahora fueron callados de la forma más dolorosa posible.
Shinee no perdió un miembro, ganó un ángel,