Apenas tocó (con cierta melodía, por cierto) la puerta a su propia habitación, abriendola despacio para no despertar a su pareja; o eso es lo que esperaba ver, un cuarto empapado de la oscura noche, siendo apenas iluminado con el cálido naranjo de las flamas.
Pero no, eso no fue lo que vio, ya que cada pequeña superficie estaba siendo iluminada con fuerza, dejando las pequeñas manchas de noche reducidas a las sombras de sus objetos; miró con pena al menor, el cual realmente le estaba dando la espalda, y trató de no hacer esa situación peor con sus tipicos suspiros, simplemente caminó con calma a la desordenada cama.
Se sentó con cuidado, despojandose de su casco como siempre, y se acostó, acercandose lo mas posible al pecoso, el cual siguió con su misma posición, en su mente. Toco su hombro con cuidado, tr
Y dIOS ÁAAAAAAA NO SE PUTAS ESCRIBIE QUE MIERDA DIOS PELOTUDA NO SE HACER NADA AAAAAA