Pudiese contar algunos datos sobre mí, como que me gustan las acerolas, que tengo deficiencia de hierro en la sangre o que me crié en un pueblo costero con bruma. Sin embargo, darle importancia a lo irrelevante de mis trivialidades, es un sacrilegio en este santuario de palabras.

Lo que verdaderamente deben saber de mí, es que vivo en un constante e intenso baile con las palabras. A veces siento que las uso y las domino a mi antojo. Las doblego a mi gusto y hacen según les indico. Otras veces, me obligan ellas a mí. Me convierten en un sometido medio, que usan para manifestar su deseo de existencia y materialidad. Y yo, sin armas, me rindo ante su poder.

Otras, que son las más, bailamos y convergemos hasta no estar muy seguras quién lidera. Bailamos, y por ratos, ellas lideran las vueltas y otras veces soy yo quien cambia el paso. Bailamos despacio, a veces con prisa, a veces con muchas ganas, otras por obligación. Mi relación con las palabras es honesta, intensa, dual, certera, consumidora.

Prometo hacerle justicia en el papel.
  • Puerto Rico
  • JoinedJune 24, 2019

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