El Tiempo
La obsesión del hombre siempre ha sido buscar la forma de detener el tiempo, en un tic tac exacto, en ese preciso momento donde lo daríamos todo por parar y quedarnos ahí.
¿Quién no ha deseado parar el tiempo en una adolescente noche de verano? Pero ni siquiera la noche más caliente de dos enamorados puede durar un amanecer.
El tiempo nos enseña a valorar la vida y la vida nos enseña a valorar el tiempo.
Porque en nuestro mundo quien todo lo dispone es el tiempo, sólo el es inmortal y sobrevive a todo, incluso al paso del tiempo.