...¿Quién podré ser yo?
¿Alguna vez dije quien soy?
¿Acaso intentaste ver mas allá de lo que alguna vez tus ojos observaron y las palabras reflejaron sobre mí?...
Bien, basta de preguntas. Sé que jamás contestarán.
Pero no se angustien mis pequeños corazones manchados de amargura, pues esa mancha puede crecer hasta ocultar su suave y dulce palpitar.
Solo soy yo.
Puedo ser desde el árbol mas alto y frondoso que puede existir, hasta la más pequeña flor silvestre y marchita creciendo debajo de aquel inmenso roble.
La verdad es que ni yo se quién soy.
Pero, ¡basta! Ya no pienses más. Deja volar tu mente hacia aquel oscuro tunel de auroras que se mece con el viento, como danzando con la luna, a los pies del temor, jugando con tu mente.
No permitas que acabe el brillo del azulado ventanal que te guía al cielo. 
Ni que el tóxico desvelo de tu cigarrillo nuble la bella sonrisa que despierta en tu rostro.
No te preocupes por mí. Ya te lo he dicho.
Ni yo sé quien soy....