⋆𝓛𝓾𝓶𝓸𝓻𝓪⋆

Cuando salio con su papá a tomar aire explotó, solo se lanzo a llorar mientras era abrazado con fuerza como lo hacia cuando era un niño pequeño.
          
          Él no quería llorar.
          
          Ya lo había hecho por demasiado tiempo, quería ser fuerte, no quería sentir más miedo.
          
          Quería poder caminar tranquilo por los pasillos o estar en su sala común haciendo sus deberes, poder salir con sus amigos y sobresalir más en clases, volver a internar la prueba para cazador.
          
          Quería tantas cosas que solo estar en los brazos de su padre se sentía una dicha.
          
          —¿Quieres a mamá?—Regulus pregunto con su voz entrecortada mientras sujeta fuerte a su hijo contra su pecho.
          
          Negó, abrazo más fuerte a su papá y aspiro de su olor una mezcla de su colonia cara y tinta que extrañamente siempre llevaba encima.
          
          —Te llevaré a la enfermería—No protesto y se dejó llevar por los pasillos por su padre, en ningún momento le solto la mano y eso solo lo hizo sentir más destruido.
          
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          Adelanto del cap porque no pude terminarlo hoy 
          
          Sali tarde de trabajar y me puse a estudiar  
          Y voy a aprovechar para mimir unas horas porque tengo examen a primera hora mañana 

Hola!!!!
          No voy a poder actualizar hasta el domingo  
          Tal vez!...solo tal vez se me olvidó que está semana tenía que entregar un proyecto un poco importante jsjssj
          Y ya la otra semana entro a exámenes 
          Entonces he andado bien estresada pero trataré de hacer dos caps o hacer uno largo, no sé.
          Yo veo que me permite mi capacidad cerebral 
          Nos vemos 

Cuando vio a Harry Potter en el Callejón Diagon por primera vez le había resultado interesante: pequeño y un poco abrumado por todo lo que el mundo mágico tenía para mostrar.
          
          Había tratado de acercarse a él lo más amable posible, en serio lo más amable que pudo. Controlando lo mejor que pudo sus feromonas aunque por lo visto el otro no podía percibirlas.
          
          Su padre y madre le habían enseñado que todo buen alfa tenía que ser respetuoso, amable y servicial. Eso significando no aprovecharse de las ventajas de su casta para rebajar a los demás.
          
          Su lobo estaba ansioso, por lo normal le restaba importancia a las cosas que hacía el rubio.
          
          “Eres odioso” le comunicó la nueva parte en su conciencia apenas se presentó, ofendiéndolo, él ya estaba abrumado por los cambios que sufrió y los que iba a sufrir, decretando odio mutuo entre ambos desde ese momento.
          
          Y el niño que tenían al frente en esa tienda de túnicas les parecía de lo más interesante: unos centímetros más bajito que él con ropas unas tallas más grandes que su delgado cuerpo, un nido de cabellos castaños que le cubría casi por completo la frente y aquella cicatriz que lo había hecho reconocido en todo el mundo mágico.