Te busqué en mis sueños turbulentos, en mis áridos silencios.
Te busqué en los vacíos de mis noches, en las lluvias taciturnas.
Te busqué en mi triste poesía y en la magia de mis versos.
Te busqué en mi intrínseca melancolía, en las sombras del insomnio.
Te busqué tanto que he perdido la cuenta y hasta la cordura.
Hasta que te vi, en los brazos de otra, en los labios de otra, en la vida de otra que no soy yo.