Se dice de mí que respondo al nombre de Manuel. Administrador de empresas por profesión, diseñador gráfico de oficio, artista obsesivo y escritor por pura y simple terquedad. No hay mucho más que se pueda decir. Aunque...

Si vamos a prestar atención a los rumores y las habladurías de los borrachos en el mercado, habría yo venido a hacer acto de presencia en el mundo a finales de los nefastos y siempre tan estrafalarios años 70's... y según parece, no habría perdido desde entonces la saludable costumbre de seguir entre los vivos.

Se comenta también entre callejones y tamalerías de dudosa reputación que pasé mi niñez viajando de ciudad en ciudad en cortos intervalos, lo que al parecer me habría valido la habilidad de empacar y desempacar casas enteras como por arte de magia... eso además de una especial afición por historias y cuentos populares de duendes, fantasmas y espectros de todo tipo, de esos que abundan en las provincias (Los cuentos, no los espectros, ojo)... hay quienes dicen que mis historias han de involucrar siempre alguna pincelada sobrenatural, y esto como mínimo.

Se dice por ahí que no hay día en que no haga yo al menos un pequeño garabato, que soy esencialmente noctámbulo, que estoy perdidamente enamorado del idioma español casi tanto como lo estoy de mi increíble esposa. Hay quienes repiten en las calles que me he convertido en padre de un gato, que soy un entusiasta aficionado a la cocina, que pudo llegar a ser el tipo más callado de la fiesta (o el más parlanchín, dependiendo), e incluso que tiendo a beber café en cantidades industriales...

En fin. Se dice de mí todo esto y algunas cosas más, aunque vaya uno a saber si es cierto.