Para ser franca, debo confesar que me he vuelto una adicta a los libros, a veces tengo que contenerme al pasar por una librería y no querer comprarlo todo. 
Mi última adquisición fue Ecos de Danielle Steel. Quedé enamorada por  completo, para mi fue un libro que marcó un antes y un después en mi. Lo llevé conmigo a todas partes, lo leí con tantas ansias en cualquier lugar que pude. El metro, el ómnibus, el trabajo... Hasta caminando por la calle. No podía dejarlo y así lo amé. 
Descubrí a Danielle con Ecos, quedé impactada con su manera tan maravillosa de escribir. Que te envuelve por completo al punto de no poder apartarte del libro ni para respirar. Es por eso que lo terminé en tres días. 
Como suelo decirme siempre, leer para mi es un escape de la realidad. Es transportarme a otra vida por un rato, disfrutar de ella, saborearla. Y me encanta. 
He descubierto que leer me da paz, me hace vivir en un mundo que es enteramente mío y a veces me es difícil escapar de él hasta que no acabo la lectura. 

Pues bien, está noche fría y aburrida me he puesto a pensar que muchas personas, como yo, deben sentir lo mismo al leer historias tan apasionantes como Ecos. Porque, no debo ser la única que ha pasado noches enteras tratando de vencer al sueño sin poder apartarse de hermosas historias. 

Es por eso que se me ocurrió escribir esto. Porque quiero saber, quiero saber qué historias tan  fascinantes les quitan el sueño a otras personas y aún yo sigo aquí sin conocer de ellas.