Soy vicioso, escritor a medias y mentiroso.
No me gusta lo que estudio y tengo tendencias auto-destructivas. Soy el típico idiota que le gusta estar solo mientras está rodeado de gente, y prefiere un café y un libro en vez de estar con amigos; por lo mismo perdí a casi todos los que tenía, y a los demás a penas los veo. También vivo queriendo ser alguien que no soy, y sé que no seré mientras no me ponga a ello.
Soy necio y arrogante, también inepto en algunas cuestiones del amor.
Me gustan los conciertos bulliciosos y saltar al rededor de mil personas envueltos en rabia y sudor, con gritos y estampados de Metal. Con guitarras y flautas, y violines y gaitas.
Me gusta gastar dinero, y descargar música y libros, y también comer, por eso estoy medio gordo y medio sordo, sordo por escuchar tan fuerte gritos guturales de bandas de lugares lejanos.
Tengo manos largas que deberían estar tocando el piano o alguna mujer bella, de cabello largo y trigueño, de espalda tersa y caderas suaves.
Me gusta perder el tiempo, y leer, y caminar y peinarme el cabello con las manos. Y también me gustan los gatos, todos.
Tengo un violín juntando polvo en un armario y un sentido odio hacia la sociedad y mi país. Me hubiera gustado haber nacido en otro lugar y espacio; no me hubiera molestado en lo absoluto haber peleado con espada y lanza en alguna guerra de la que desconociera todos los motivos, con tal de sentirme realmente vivo. Y no es que me sienta realmente muerto en este preciso momento, pero siento que tener el culo aplastado frente al computador mientras deletreo estas palabras me hace sentir muerto de alguna manera, quizá mi corazón bombee sangre hasta la punta de mis dedos y se devuelva, pero su martilleo incesante no significa que éste viviendo mi vida, sé que no la estoy viviendo. Y es desagradable reconocerlo. Y lo es porque no hago nada para remediarlo. Y es porque me gusta vivir así.