He tenido que pasar por tres cambios de trabajo, una mudanza, un centenar de libros leídos, un par de crisis familiares y algunos sucesos de alcance mundial ─que no comentaremos porque todos y todas sabemos de lo que se trata─ para que me decida a sentarme de nuevo a escribir. Esto aquí dicho no es estrictamente cierto, pero se aproxima bastante a mi experiencia narrativa estos últimos años.
Lo primero que tengo que hacer, y lo hago con la mano en el corazón, es pedir mis más sinceras disculpas a todas las personas bonitas que se han tomado la molestia en enviarme comentarios, mensajes de ánimo y muestras de afecto, y que se han quedado sin respuesta. Valéis un imperio entero. Lo segundo que quiero anunciar, mucho menos importante, es que llevo ya un buen tiempo realizando una reescritura de “La bestia y los pájaros cantores”, una reescritura a fondo, y que espero pueda ser de vuestro interés. La trama se mantiene, pero se ha cambiado todo lo que he creído conveniente de cambiar, que no era poco. Reconozco que ha sido un trabajo duro, pero lo he hecho con toda mi honestidad y todo mi cariño.
Me alegra estar de vuelta ❤
