La aparición de Víctor fue algo sorprendente, como si fuera una explosión de emociones que me he resignado a aceptar. Quizás te preguntes, ¿cómo es eso? Pues, el simple hecho de que mi amiga sea algo así como conocida de Víctor lo complica todo.
No quería que fuera raro para ella, y no es desde ahora que me gusta él. Es que, si lo vieras, sus ojos... esos ojos que enamoran y te dejan hechizada como una loca demente. La verdad, mi forma de expresarme es rara, lo sé, no tienes que decirlo. Soy algo extraña con mis gustos y no son muy comunes. ¿Cómo te puedes enamorar de unos simples ojos? Pero los de él no lo son, ya que, para mí, son especiales. Con solo mirarlos, me pierdo en un vacío, como si fueran un universo.
Un universo en el que me gustaría permanecer para siempre y no salir de ellos, ya que siento que, si lo hago, perdería mi fuerza y me enviaría a mi vacío más oscuro.