Que rápido se nos desliza la vida de las manos, como un soplo, como esa leve y dulce brisa nocturna que nos acaricia el rostro y revuelve el cabello.
Es tan efímero este momento que tenemos, de ser y apreciar que a penas y nos damos cuenta. Hasta que es tarde.
Hasta que hay que decir adiós.
Por eso, apreciemos los pequeños obsequios que nos da la vida, detengamonos a miras esa puesta de sol, cerremos los ojos y respiremos profundo, contemos las estrellas, admiremos las mil formas de las nubes.
Hagámoslo, que un día, todo eso se escabullira tan de prisa que ni si quiera lo veremos partir.
Leí por ahí que la vida se aprecia más si la vemos como un préstamo de la muerte, así que aprovechemos ese préstamo.
Demás está decir que siempre que necesites hablar con alguien mis DM están abiertos.
Se despide, una personita oculta desde su pequeño rincón del mundo.