El tiempo corre y los días vuelan. Las horas desaparecen una tras otra sin avisar o dejar rastro. El día acaba y... ¡otra vez! se me olvida escribir el siguiente capítulo.
Esta es mi maldición, que procrastinador como soy, no logro dar vida a mis ideas. Y si lo llego a hacer, quedan inacabadas, inconclusas, sin la perfección con las que habían sido traídas desde mi cabeza.
Reír, leer, imaginar, solar... Se pueden hacer muchas cosas cuando se trata del arte de la lectura. Pero terminar de escribir un libro, es mi meta.
- InscritNovember 30, 2014
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