Wei WuXian siguió un rastro de sangre dentro de una cadena de montañas y picos rocosos. Siguió las voces susurrantes hasta una cueva lúgubre y siniestra, se adentró con sigilo y Miró que sobre una lápida de piedra estaba un libro abierto. Los ruidos resonaron contra las paredes y Wei WuXian se sintió aturdido por un momento, pero se sorprendió al notar que las voces Venían del libro, quien brilló en algunos colores debido a los cristales a su alrededor, parecía emitir Luz.
— ¿Buscas al Dragón? El ya murió...
Wei WuXian frunció el ceño, ¿como sabía que el estaba buscando al Dragón? No quería responder, pero algo lo insito a hacerlo.
— Eso es mentira, el huyó, ¿como podría un humano como yo matarlo?.
El libro brilló aun más, y Wei WuXian juraría que lo podía sentir reír con burla.
— Claro que murió, para matar a un Gusu Lan, tiene que enamorarse de tí, son leales, fieles, aman para toda la vida. Que son capaces de morir por su mano. Lástima, tan jóven.
— ¿Amor? ¿Sabes lo que dices? Tonterías.
El Libro movió de páginas rápidamente mientras parecía ofendido por las palabras incrédulas de Wei WuXian.
— Su nombre es ¿Lan WangJi? Está anotado aquí, en el libro de los muertos, y su principal y único asesino. Tú, Wei WuXian.