Te mereces el éxito, que estás teniendo, has pasado por mucho, has sentido ganas de rendirte, has querido dejarlo todo, es cierto, pero luego, vuelves y regresas a ti. Has visto tu peor rostro y lo has aceptado. ¡Eres valiente y por eso saliste del tunes y recibes la bendición del sol! porque por muy fuerte que sea la tormenta al final siempre sale el sol.