Aizawa Shota no había estado durmiendo mucho (nada demasiado sorprendente, honestamente), pero está más cansado que de costumbre y el hecho de que estuviera en la estación policial no estaba ayudando demasiado.
Verán, últimamente había dos vigilantes haciendo de las suyas en el territorio de Musutafu. O bueno, "últimamente" no es la palabra correcta, pues dichos vigilantes están desde alrededor de 8 meses.
Normalmente no se daría demasiada mala vida por ello, excepto que... Ambos vigilantes parecían demasiado jóvenes y escurridizos.
— Oye, Eraser.— Escuchó la voz siempre cansada, igual a la suya, pero con el claro entusiasmo que le faltaba.
Gruñó en respuesta y de mal humor. Le tocaba patrulla y no ha bebido su sagrado e innecesariamente necesario de la hora. Hizashi lo regañaría por ser grosero, pero su brillante esposo no estaba presente y de todas a Tsukauchi no le importaba en lo más mínimo.
Adelanto...