Y tres, ahora sí, ¿Alguien me ayudaría a encontrar esta historia?
Capítulo UNO
Naruto Uzumaki estaba sentado tras su escritorio, con los pies apoyados sobre este y un vaso de su whisky favorito en la mano.
Era tarde y estaba cansado, de manera que tenía los ojos cerrados. Debería haber ido directamente a casa después de asistir a la inauguración del restaurante de un amigo, pero en lugar de ello había decidido acudir a su oficina. Esperaba una llamada de Suna y le había parecido más razonable acudir allí que a su casa, pues el despacho estaba más cerca.
Además, su hogar ya no tenía el más mínimo atractivo para él.
Alguien había dicho alguna vez que el hogar de una persona estaba donde estaba su corazón, pero Naruto había llegado a la conclusión de que él carecía de corazón, de manera que su hogar era cualquier lugar en el que pudiera descansar. Y, dependiendo de dónde estuviera, eso normalmente significaba alguna de las residencias que poseía en las principales ciudades del mundo. Pero lo cierto era que, al margen de su apartamento en Konoha, apenas había puesto los pies en las demás durante los pasados meses, aunque sus casas eran perfectamente atendidas durante todo el año por si decidía dejarse caer por alguna.
O por si decidía hacerlo Sasuke.
Sasuke... Los dedos que rodeaban el vaso de whisky se tensaron y la boca de Naruto adquirió una expresión de tal cinismo, que cualquiera que lo hubiera visto habría salido corriendo.
Porque hacía un año que Naruto Uzumaki no era conocido precisamente por su buen humor.
No era el mismo desde que Sasuke había desaparecido de su vida. Solo un estúpido se habría atrevido a pronunciar su nombre en alto delante de él, y ya que los estúpidos no eran tolerados en el imperio Uzumaki, a nadie se le ocurría hacerlo.