No sé si esto es un adiós definitivo, pero sí es un cierre necesario. Después de unos años escribiendo aquí, de compartir historias que brotaron con amor y desvelo, me doy cuenta de que esta plataforma ya no me recibe como antes. Mis relatos, los que más significado tienen para mí, caminan casi invisibles entre algoritmos que premian fórmulas repetidas y tramas que no me representan. No me nace seguir escribiendo para encajar. No quiero disfrazar mi voz con máscaras de géneros que no disfruto solo para obtener lecturas. Así que sí, me marcho... porque, como en cualquier relación que ya no nos cuida, también toca soltar. Wattpad fue mi punto de partida. Aquí descubrí que escribir no era solo un pasatiempo, sino una manera de existir. Reí, soñé, me frustré, y me emocioné con cada pequeño logro, con cada comentario que me decía “esto me llegó”. No me arrepiento de haber estado aquí. Le agradezco a esta comunidad todo lo que me dio, pero no puedo seguir en un espacio que ya no me refleja ni me impulsa. Este adiós duele, pero también es liberador. Porque el arte no debe mendigar atención, debe encontrar su lugar natural, donde florezca sin presión. A mis lectores de verdad, a los que han estado conmigo en las buenas y en las malas letras, gracias infinitas. Ustedes saben lo mucho que me cuesta escribir esto, pero también entienden que necesito seguir creciendo, abrir nuevas puertas y tocar otras almas. Por eso les dejo mi nuevo hogar: Inkspired. Ahí estoy comenzando de nuevo, con más libertad, con más luz. Ya tengo historias, tengo un blog que se llama “Sin Filtros” y que cada día me conecta más con quienes realmente quieren leerme. No es una promesa eterna ni una despedida con lágrimas, es un paso valiente hacia adelante. Porque un escritor no puede quedarse donde ya no hay eco. Gracias por leerme, gracias por sentir conmigo. Nos vemos en otros rincones del internet... o en otras vidas.