Llegó a la cuarto del modelador mirando
fijamente a la persona profundamente dormida, acercándose con lentitud, sacando un pequeño objeto, acercandolo a su nuca con cuidado, sacando todo recuerdo de su cabeza, sonrió al terminar aquel trabajo, dejando la nota que siempre posaba al lado de la víctima, que decía:
TODO LO QUE ROBO NO LO DEVUELVO, A MENOS QUE ME DES ALGO A CAMBIO