Estoy en una cálido hogar y día tras día se siente gélido, mi corazón se desgarra más y mi mente pregunta más.
Me siento vacía, el tiempo se va rápido.
Está amaneciendo y en un par de segundo presencio el ocaso. Donde me pierdo en un punto perdido del cielo, mientras más te importa, más te duele.
Me duele que deseo ser mejor, pero nadie nota eso. Me lastima que intento cada día cambiar algo, hacer lo correcto cuando realmente no sé cuál es ese camino.
Me agobia que me traten como soldado o un muñeco, que cada falla te hace sentir inútil. Que los errores no deberían existir, que las pequeñas cosas son tan graves y que la solución de los problemas está en la voz con más tono.
Yo sólo estoy cansada, no quiero seguir agotando mi pequeña vela.