La editorial Blue Cat realizó una reseña de La chica escarlata, estoy muy feliz. Espero puedan leerla y darle una oportunidad.
Uno, dos, tres… ¡Maldito sea el fuego!
Desde pequeño te advierten que debes tener cuidado, tus padres nunca te dejarán cerca de la estufa o una fogata. El fuego calienta y reconforta sí… Pero también consume. Lastima.
Berlín es una chica de universidad con un pasado y presente tortuoso, no hay otra palabra para describirlo mejor. Ella tiene un sueño: ser de las mejores científicas. Esto le lleva a entrar en una de las universidades de ciencias más prestigiosas.
Con un núcleo familiar tambaleante, Berlín trata de salir adelante en sus materias con ayuda de su amiga. Su vida parece normal, llena de acontecimientos cotidianos pero hay una sombra oscura detrás de toda luz. El fuego… Todo es culpa del fuego y de ella.
Esta historia es un vaivén de sensaciones que erizan la piel, un sinfín de acontecimientos terribles que no parecieran detenerse y cuando piensas que pueden estar a salvo en casa y en la intimidad de sus pensamientos, te das cuenta de que no hay ningún lugar dónde Berlín o ellos puedan esconderse.
La chica escarlata es, como un recorrido por un bosque oscuro o por el pasillo de una casa abandonada, pura incertidumbre. La descripción y la prosa fluida ayudan a meterse en la ambientación, mateniéndote en tensión desde el primer párrafo. No sabes que va a ocurrir en el siguiente capítulo y hace que esperes el siguiente y el siguiente. Te vuelves un detective, tomas las pistas que se vuelven piezas e intentas armar el rompecabezas antes de que el sueño vuelva.
Sin duda una obra digna de lectores “intrépidos” y con ganas de leer una de esas historias que le dan una vuelta de tuerca a la monotonía.