Jamás olvides lo que sentiste por él.
Recuerda todos esos momentos, esas noches, esos vacíos, los pensamientos.
Todo lo que viviste, lo que experimentaste.
Recuerda cuánto te llegó a gustar y cuánto llegaste a sufrir por eso.
Recuerda siempre, que quizás fue la primera persona a la que llegaste a amar.