Tengo que decirlo, me sorprende como mi primer libro tecnológico fue leído por muchas personas. Para mí, 9,000 personas son muchas, puede que para otros no lo sea.
Me sorprende que una joven preadolescente haya hecho ese libro mal planificado, pues desde un principio solo fue un pasatiempo en el cual podía desquitarme de manera apropiada, sin ser violenta con nadie más. Tan solo ser violenta con las miles de palabras que podía escribir en el teclado.
Actualmente, siento que si volviera a encontrarme a mi yo preadolescente, le diría algo como:
"¿Que te sucede en la cabeza?"
Y claro, ella me responde:
"Yo estoy bien. ¿A ti que te sucede?"
Porque las etapas son difíciles de abordar y difíciles de eliminar. Porque no son como las letras que se pueden borrar de un pedazo de papel, puedes usar borrador o un corrector blanco para que desaparezca. Pero las etapas no pueden hacerlo, solo aceptar que están ahí.
— Joss.
Un escrito que se me ocurrió a las doce de la madrugada.