Dios, regreso y lo odio tanto. Lo odio, lo odio. Me hace perder el tiempo. Quisiera que se mate y nadie vaya a su funeral, que esté descuartizado y ni siquiera haya una rosa en su tumba. Carajo, ni quiero que tenga tumba. Espero que sea tan miserable que llore todas las noches, que sufra tanto que solo quiera matarse.