Hazlo reír mucho, sip, hazlo reír a carcajadas.
Camina con el de la mano, dale muchos besitos en la frente, pues son los mejores besos que le puedes dar.
Visítalo, si, visítalo cada vez que puedas.
Gánate la confianza de sus padres, sé que no es fácil, créeme, pero inténtalo, inténtalo hasta lograrlo.
Gánate esa confianza de su hermano, si el que nunca habla, el hermano súper tímido, tú puedes, vamos.
Cada vez que lo veas, llévale su dulce favorito, no se, unas galletas, unas gomitas, una paleta, ¿yo qué sé? Su dulce favorito.
Cuando lo tengas de frente dile cuánto te importa, dile que lo quieres, dile que sus besos son lo mejor que te ha pasado, dile que el es una de las mejores experiencias que has tenido en tu vida, díselo, pues a el no le gusta que te quedes callada.
Aguanta sus caprichos, aguántalo cuando esté enojado, tenle paciencia, también aguántalo en sus momentos felices, comparte con el tus mejores experiencias, pierde el orgullo cuando se enoja, se tú la primera, la que rompe el hielo.
No se, se me ocurre que de vez en cuando tengas pequeños detallitos, ¡de vez en cuando! Tampoco lo ahogues, no se, igual y puedes hacer o escribir una frase en un papelito, la que tú quieras, la que más describa lo que sientas por el en ese momento y llega de sorpresa y dáselo, esas cosas hacen la diferencia.
