MonicaVelezEscritora

Necesito de ti, con urgencia.
          	Hay ya pensamientos intrusivos que me están alineando hacia el sinsentido de haber caído en esta aplicación, de llegar tarde…
          	De preguntarme si esta plataforma tiene aún un espacio para mi voz.
          	
          	Necesito de ti.
          	Dime que vendrás a mi casa, que tienes el café listo y quizás un cigarro armado —aunque esto último no es realmente necesario.
          	Te dejaré entrar, y entraré en ti.
          	
          	Te prometo esto:
          	un nuevo viaje.
          	
          	¿Te espero?
          	Avísame si llegas.
          	
          	Mónica Vélez Escritora ✍ 
          	

MonicaVelezEscritora

Necesito de ti, con urgencia.
          Hay ya pensamientos intrusivos que me están alineando hacia el sinsentido de haber caído en esta aplicación, de llegar tarde…
          De preguntarme si esta plataforma tiene aún un espacio para mi voz.
          
          Necesito de ti.
          Dime que vendrás a mi casa, que tienes el café listo y quizás un cigarro armado —aunque esto último no es realmente necesario.
          Te dejaré entrar, y entraré en ti.
          
          Te prometo esto:
          un nuevo viaje.
          
          ¿Te espero?
          Avísame si llegas.
          
          Mónica Vélez Escritora ✍ 
          

MonicaVelezEscritora

Desmantelar mitos puede incomodar tus arraigos.
          Pero no estamos aquí para ser cómplices de más sofismas.
          
          Este manifiesto no pretende agradar ni salvar.
          No quiere elevarte el alma, ni devolverte la esperanza.
          Porque quizá —y esto hay que decirlo de una vez—
          ni el alma existe, ni el cuerpo sirve para volar.
          
          Como en el mito de la cueva, Platón lo dijo mejor que cualquiera:
          los hombres no vemos la luz,
          solo su reflejo proyectado en la pared.
          Una sombra de la verdad.
          Una ilusión tan persistente que la confundimos con lo real.
          
          Este texto es para quienes se animan a girarse.
          Para quienes sospechan que no hay más afuera que este cuerpo que no despega.
          Para quienes intuyen que la velocidad quema,
          el tiempo nos traiciona,
          y las estrellas que adoramos
          son sólo fósiles brillando por costumbre.
          
          Si tienes miedo de soltar tus creencias, no sigas leyendo.
          Pero si alguna vez pensaste que algo no encaja —ni en el cosmos ni en ti—,
          entonces bienvenido:
          este no es un mapa para viajar,
          es un manifiesto para resistir desde la imposibilidad.
          https://www.wattpad.com/1563257355?utm_source=ios&utm_medium=postToProfile&utm_content=share_reading&wp_page=reading&wp_uname=MonicaVelezEscritora

MonicaVelezEscritora

NO VINE A COMPLACER
          (Manifiesto para un lector que aún no ha llegado)
          
          Llevo menos de una semana en esta plataforma.
          Apenas un par de pasos dados —y ya siento que camino en un terreno donde todo debe ser rápido, fácil, digerible.
          Pero yo vengo de otro lugar.
          
          Vengo con los ojos cansados de leer clásicos.
          Con la lengua afilada por la filosofía.
          Con las manos manchadas de poesía que no se rinde al algoritmo.
          
          He leído con paciencia decenas de textos aquí. He escarbado. He querido encontrar voces que me sacudan.
          Y salvo una excepción luminosa, lo confieso: me he sentido sola.
          
          Sé que no todos buscan lo mismo.
          Y respeto profundamente a quienes escriben desde sus pulsos más íntimos, como también a quienes encuentran en estas letras un refugio, una fuga, un juego.
          Pero yo no puedo conformarme.
          No quiero escribir para encajar.
          No vine a domesticar mi lenguaje ni a traducir mis abismos.
          
          Tal vez mi escritura sea demasiado encriptada.
          Tal vez pida un lector dispuesto a quedarse más de cinco segundos antes de deslizar el dedo.
          Tal vez sea incómoda.
          
          Y no voy a disculparme por ello.
          
          Porque me he prometido no ser tibia.
          Porque ya he sido arrastrada antes por corrientes que exigen silencio, mediación, “salomónica neutralidad”.
          Y no. No más.
          
          Esto no es un juicio.
          Es una declaración de intenciones.
          
          Si estás buscando versos que se abran como grietas,
          si te interesa más la fisura que el cierre perfecto,
          si alguna vez te sentiste fuera de lugar por escribir “demasiado raro”,
          quizá podamos reconocernos.
          
          Aquí estaré.
          Escribiendo desde el desasosiego.
          Esperando a ese lector que también se ha cansado del lenguaje fácil.