Este año me prometí que iba a mejorar, que iba a escribir mejor, con más intención, con más verdad. Y para lograr eso, decidí que escribiré en privado, solo para mí. Página por página. Capítulo por capítulo. Hasta que las historias estén listas para ver la luz, y yo las publique día tras día , compartiendo mis historias. Hasta que yo esté lista para soltarlas, no desde la obligación de publicar, sino desde el deseo profundo de compartir.Para mí no se trata solo de escribir. Se trata de tener un cuerpo que acompañe, una mente que no se disuelva entre pensamientos negativos y un corazón qué no le tema al crear .
Estas últimas semanas no han sido muy amables conmigo, en bastantes temas, me he sentido emocional y físicamente desbordada, confundida, y con tantas cosas en la cabeza que sentí que, si seguía así, iba a perderlo todo… incluso mi amor por escribir.
Y ese miedo fue lo que más me aterraba.
Por eso hoy hago esta pausa. Porque no quiero convertirme en alguien que escribe por obligación, sin alma, sin brillo. Porque mis historias nacieron con un propósito, y una idea desde que las empecé a hacer , el de conectar, el de emocionar, el de acompañar… Y si yo dejo de sentir ese amor por lo que hago, ¿cómo podría seguir dándoselo a ustedes?
Gracias. Gracias infinitas a quienes me apoyaron, a quienes me leyeron, a quienes esperaron con paciencia, incluso cuando mis silencios eran largos. Gracias por creer en mí, cuando yo misma en algún punto me pedí.
Este no es un adiós definitivo (quiero creerlo). Es solo una pausa para hacer cosas mejores y mejor la próxima vez, una retirada necesaria para sanar, para reencontrarme, para volver —más fuerte, más segura, más llena de historias que hablen con el corazón y sean sinceras.
Sé que nos volveremos a leer. Lo sé. Pero por ahora… me toca cerrar las puertas.Cuídense mucho.
Y como siempre les dije, y siempre les diré…
Nos leeremos pronto.
Con todo mi cariño,
Monsieur Crown