En el momento que alguien dice: yo soy el profeta tal, o yo soy el apóstol tal, o, la pastora tal, en ese momento te estás rindiendo adoración a ti mism@.
No tendrás otros dioses delante de mí.
( Éxodo 20:3 )
Nadie está por encima de otro cristiano, todos somos siervos de Dios. Ante sus ojos cada creyente es igual, para Dios todos los seguidores de su Hijo son igual de valiosos. Dios no hace acepción de personas.
Los profetas, ya fueron, los apóstoles ya fueron. Por medio de ellos de escribió el antiguo y nuevo testamento. La profecía ya está terminada y sellada. Ya no hay nada más que agregarle.
Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a ellas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro;
( Apocalipsis 22:18 )
Ya no hay nueva profecía, ya todo esta escrito.
Ahora lo que hacen falta, son pastores, maestros, y sierv@s de Dios para expandir la palabra.
10 El que descendió es también el mismo que ascendió mucho más arriba de todos los cielos, para poder llenarlo todo.
11 Y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,
12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
( Efesios 4:10-13 )
Ahora lo que debemos hacer, es crecer en el conocimiento y la sabiduría de Dios. Así como lo dice la escritura.
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
( Juan 17:3 )