Recorriendo las calles de Orario se encontraba un joven de cabello negro y ojos lilas, no era muy alto ni muy musculoso, tampoco se veia muy fuerte, era la definicion perfecta de "Perdedor", estaba seguro de que ya habia tocada a la puerta de 20 familias y ninguna le habia siquiera la oportunidad de demostrar que era digno de entrar a la familia... ¡Pero no se rendira bajo ningun concepto!
Hoy tampoco... mierda - se quejo mientras suspiraba e iba dando pasos largos para llegar a alguna ruina o casa abandonada ya que el cielo estaba nublado y lo mas probable es que lloveria...
jeje