"Cada ser humano es una novela de misterio e intriga, con un terminal sin resolver".
-Kim Bertran Canut.


Soy una muestra genuina de la regeneración de la ignorancia humana.
Estuve en varias ocasiones al borde del suicidio, cortándome, viviendo en la miseria, pero un simple poeta y filósofo me salvó con sus palabras, esas mágicas palabras...
Poseían el don de atravesar tu pecho, y con la más diminuta aguja pinchar tu corazón, desinflarlo de todas las presiones que esta horrible sociedad trae.
Mario Benedetti, filósofo uruguayo. Sus palabras me liberaron, me cambiaron... Me salvaron.
Ahora puedo admitir orgullosamente que soy una persona normal, con algunas cicatrices cerradas, que no duda que llegue el día en el que un idiota se atreva a abrirlas de vuelta.
Pero siempre va a aparecer un salvador, sólo espéralo, no te rindas... El mío llegó cuando estuve al borde del barranco.

"¿Usted ha pensado alguna vez en el suicidio? Yo si. Pero nunca podré. Y eso también es una carencia. 
Porque yo tengo todo el cuadro mental y moral del suicida, menos la fuerza que se precisa para meterse un tiro en la sien. Tal vez el secreto resida en que mi cerebro tiene algunas necesidades propias del corazón, y mi corazón algunas exquisiteces propias del cerebro"

Estudié, atravesé, exploré y pensé con profundidad estas palabras durante cuatro meses. Hasta que reaccioné.

Gracias Benedetti, eres mi salvador.
Que en paz descanse.

Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia.
(1920 - 2009)

Gracias por pasar y leer mi historia, tú quizás no lo veas así, pero has leído lo más profundo de mi alma, que en la actualidad no tengo miedo ni verguenza de revelar.

Adiós.