—¿Me estas siguiendo? —cruzo los brazos—
—Vivo aquí preciosa
—No me digas preciosa, desconocido —pongo mi dedo en su pecho para alejar un poco el acercamiento entre ambos cuerpos—
Cogo mi bolso en mano y rebusco la llave por cada uno de los bolsillos. Suspiro y pego la cabeza a la puerta dando pequeños golpes con ella. Se me abran quedado adrento del cuarto. El rubio me aparta de allí y saca un par de llaves y abre la puerta.
—Bueno esto es muy incómodo
Nuevo capítulo gente vallan a LEER se vienen cosas bastante buenas