Todo empieza cuando eres pequeño, cuando te cuentan esa leyenda para molestarte o para que te estés tranquilo y no te muevas más. Ese pequeño paso que da comienzo a tus miedos. Pronto no puedes dormir, sientes como las sombras toman forma, como si te miraran constantemente, dentro del armario, o debajo de tu cama, esperando el momento en el que te asomes para llevarte. Luego te dicen que todo es mentira, que los espíritus no existen, que los monstruos de los cuentos son solo eso: cuentos. Y tarde o temprano terminas olvidando los cuentos, dejándolos en un pequeño rincón de tu infancia, para luego contarlo como una anécdota vergonzosa cuando te juntes con tus amigos a rememorar los tiempos de tu niñez. Pero todo termina siendo olvidado... Mas no te equivoques, esas sombras todavía están ahí, velan por ti, esperan el momento en el que puedas verlas de nuevo, el momento en el que puedan volver a darte miedo.
(Como cuando me pongo a escribir cosas sin sentido)