Quien lee y escribe no necesita que le digan lo especial que tienen las palabras. Todo el mundo esta aqui por un libro, quizas bueno, quizas malo, olvidado o siempre presente, pero la realidad es que las palabras nos atraen. Son nuestro medio de expresión, un mundo que jamás llegaremos a abarcar por completo.
Saber leer es un don, pero poder escribir es un milagro.