En lo profundo del bosque, Asta yacía inmóvil sobre el suelo húmedo. Su cuerpo estaba cubierto de heridas, y un delgado hilo de sangre bajaba desde su frente, manchando la tierra bajo él. La respiración era cada vez más débil, y la vista se le nublaba mientras sentía cómo la oscuridad comenzaba a envolverlo.
Asta: Chicos -su voz apenas fue un murmullo, ahogado por el viento que acariciaba las hojas y los árboles alrededor, su transformación se desvaneció por completo, dejándolo vulnerable-
Incapaz de soportar más, su cuerpo se rindió ante el dolor. Cayó en la inconsciencia, hundiéndose en el frío suelo del bosque, su piel pálida contrastando con las manchas de sangre que se extendían a su alrededor.
Amnesia, avances del prologo, que aun falta refinar